Meditar no es pensar en algo, sino todo lo contrario, es dejarnos estar en perfecta calma para observarnos nosotros mismos.
Es la experiencia de observar nuestro cuerpo y mente sin juzgarnos, es permitir que se manifieste lo que somos.
Meditar es dejarse ser.
De esta forma extrapolamos esta forma de ver la vida hacia afuera, logrando armonía y equilibrio.
La meditación es una aventura; una aventura hacia lo desconocido, la mayor aventura que la mente humana puede acometer.
La meditación consiste simplemente en ser; ser sin hacer nada, sin acción, sin pensamiento, sin emoción. Simplemente eres, y ello es puro gozo. ¿ De dónde viene ese gozo si no estás haciendo nada?.
No viene de ninguna parte, o viene de todas partes. No tiene causa, ya que la existencia está hecha de esa sustancia llamada gozo.
La meditación es entregar la mente al alma para que la lleve a conectar con el infinito.